TODO (en-caja)
Recolectar lo insignificante es la particularidad que une estos tres artistas.
Para Daniela Mastrandrea trabajar con la arena es una opción que la ha llevado a producir textos, libros y por último el proceso de una hoja que se va transformando en un simple papel arrugado, hasta aquí todo parece muy simple pero lo más valioso de su obra está en que todo es de arena, esa arena que mencionaba Borges para asegurar de que ni el libro ni la arena tienen principio ni fin.
María Esther Galera recolecta todo lo que los demás tiran o dejan en cualquier lugar porque lo consideran insignificante y es agradable verla ir por la calle como un explorador buscando, hasta descubrir pequeños objetos de uso cotidiano: vidrios, etiquetas, clavos, alambres o pequeñas astillas de madera que luego irá transformando mediante operaciones mágicas y azarosas en imágenes llenas de misterio y poesía. Como dice Charles Simic la ciudad es una gran maquinaria de imágenes. Monedas de sueños, de poesía, de pasión secreta, de locura religiosa, incluye todo.
Por último Sergio Bonzón trabaja con envases de vidrio en algunos de los cuales inserta pequeños trozos de papel con textos del poeta Carlos Barbarito. Y con un poema de Carlos se podría pedirle al vidrio: Respira. Apenas eso. En la veloz evaporación del milagro, de ceniza a ceniza. Del bromo, algo que roba poco a poco el aire... Respira. Nada más. En un aire que se agota.
Haber señalado lo que hacen estos artistas no pretende hacer un inventario de su producción sino más bien confirmar las coincidencias, que además de trabajar con lo insignificante del mundo al final todo queda encerrado en cajas, en-cajas, en lugares de sueños, santuarios, observatorios. Nada más y nada menos que espacios de febriles visiones.
Juan Carlos Romero
13-10-09
Recolectar lo insignificante es la particularidad que une estos tres artistas.
Para Daniela Mastrandrea trabajar con la arena es una opción que la ha llevado a producir textos, libros y por último el proceso de una hoja que se va transformando en un simple papel arrugado, hasta aquí todo parece muy simple pero lo más valioso de su obra está en que todo es de arena, esa arena que mencionaba Borges para asegurar de que ni el libro ni la arena tienen principio ni fin.
María Esther Galera recolecta todo lo que los demás tiran o dejan en cualquier lugar porque lo consideran insignificante y es agradable verla ir por la calle como un explorador buscando, hasta descubrir pequeños objetos de uso cotidiano: vidrios, etiquetas, clavos, alambres o pequeñas astillas de madera que luego irá transformando mediante operaciones mágicas y azarosas en imágenes llenas de misterio y poesía. Como dice Charles Simic la ciudad es una gran maquinaria de imágenes. Monedas de sueños, de poesía, de pasión secreta, de locura religiosa, incluye todo.
Por último Sergio Bonzón trabaja con envases de vidrio en algunos de los cuales inserta pequeños trozos de papel con textos del poeta Carlos Barbarito. Y con un poema de Carlos se podría pedirle al vidrio: Respira. Apenas eso. En la veloz evaporación del milagro, de ceniza a ceniza. Del bromo, algo que roba poco a poco el aire... Respira. Nada más. En un aire que se agota.
Haber señalado lo que hacen estos artistas no pretende hacer un inventario de su producción sino más bien confirmar las coincidencias, que además de trabajar con lo insignificante del mundo al final todo queda encerrado en cajas, en-cajas, en lugares de sueños, santuarios, observatorios. Nada más y nada menos que espacios de febriles visiones.
Juan Carlos Romero
13-10-09
MARÍA ESTHER GALERA
DANIELA MASTRANDREA
SERGIO BONZÓN & CARLOS BARBARITO
hermosos recuerdos !
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